sábado, diciembre 30, 2006

Latir de arterias

Pues bien los detractores de ex tiranos podrán después de todo relamerse los bigotes y afilarse como agujas sus colmillos, porque el espectáculo se les dio: “Un ex tirano, hoy ex hombre, colgando inerme de una soga.”
Sólo que antes de que se proceda al festejo por el susodicho éxito de cadalso y a la apertura general de botellas con las subsiguientes felicitaciones, brindis y cuetes, propongo no participen en la celebracion sino aquéllos que -tras un examen introspectivo y de preferencia sincero- se consideren con la capacidad de ir a la horca, guillotina, pelotón, silla eléctrica o inyección letal: la cabeza alta, serenos y sin temblar.
En cuanto a mí, confieso que mi pulso es del tipo pusilánime aun sin razón; y que habiéndola es muy probable me sacuda en una gestualidad de marioneta, vaya, con un temblor harto visible; y que si me dirigiera al patíbulo lo haría tropezándome -a pesar de la conviccion plena o no en la justicia de mi buena causa- por culpa, según ya he dicho, no de mi falta de temple o nervios sino de ese maldito pulso mío que tiende al sobresalto y aceleración desordenada.

domingo, diciembre 24, 2006

navidad monocroma

En las fechas alegres por ley, habrá siempre quién se constituya voluntaria y altruistamente en la excepción con el único propósito de confirmarla.

En 2047, la Navidad, cuyo origen y etimología son para la gran masa un misterio, funge como sinónimo para las primeras vacaciones de invierno, es la época del año feliz por excelencia y las excepciones al contento general, se encuentran aquí y allá, escasas y facilísimas de ubicar: puntos obscuros entre la gente normal que viste de rojo. Porque en Caxilo, en Arrico y en el mundo entero, desde hace por lo menos una generación todos traen, en diciembre, ropas de ese color; afín quizá de no desentonar con la decoración ambiente -las luces centellantes, las esferas y listones carmesi de calles, hogares o comercios- y en visible armonía con nuestro símbolo navideño: el rojizo y monocromático Santaclos, añoso señor en traje de peluche. Una figura que -dicen los tristes- sería ridícula sino fuera por nuestros ojos ya acostumbrados a verla, pues: ¿A quién, a qué partidario de lo kitsch y en cuál momento, se le ocurrió disfrazar a un anciano de duende ventripotente o arlequín colorado? Al respecto, se rumora que por los días actuales que corren, en los que muy poco queda por darse en concesión, avispados mercadotecnicistas habrían contactado a un San Nicolás de Alejandría- un hombre ignaro en negocios y carente también de cualquier intuición comercial-, quién les habría cedido los derechos a su imagen, tras breve charla y a cambio de los juguetes más económicos. Y que por lo tanto nadie debe de quejarse si multinacional o multinacionales, y los consumidores a la zaga, deciden imaginarse al antiguo obispo con risa que espanta, tez entre de apopléjico y briago, y botas lustrosas de charol.

domingo, diciembre 17, 2006

Digresión sobre un ex-tirano

Los tiranos en activo o ya fuera de servicio, tras tomarse en su trabajo tantos permisos, pierden en cambio uno que el hombre común y corriente sí tiene: la libertad de morirse.

En un país hiperbóreo del continente Arrico, el tirano T quién acaba de fallecer reilustra con creces este caso. Al anuncio de su muerte se armó un revuelo -previsible- por parte de amigos y -algo más inesperado- de la de los enemigos, uniéndose todos para esta única ocasión en un mismo lamento: ¿Cómo, pero cómo pudo haberse muerto? ¿Cómo? si sólo contaba con cien años y aunque se hablaba de enfermedad, se trataba de una estrategia informativa sin relación real con su estado de salud, porque el jovenzazo y centenario estaba con certeza sano. Y hoy la sorpresa: se murió.
La tristeza y el desaliento cundieron generales, cien años para un tirano son muy pocos. Sus detractores en particular estaban desconsolados: Ya no lo podrían sentenciar, la muerte que nada respeta se les había adelantado, y ¡qué dolor el suyo! mayor que el de los deudos. Al punto que ratones de biblioteca conmiserativos ante ese espectaculo de fiscales y jueces burlados por el acusado y que se quedaban con el veredicto en las manos y sin nadie a quién lanzarlo, les recomendaron un viejo recurso , en la actualidad sin uso político aceptado, pero en cambio todavia muy frecuente en el ámbito privado de psicoanálisis y terapias : el uso de efigies.
"La figura de T, tirano, reconstruida segun los avances de la ciencia.” Explicó un especialista, y luego con mas detalle: "Que quemar, colgar, fusilar, la pena es a su gusto, hasta que cera, carton y estructura revienten y ustedes, jueces, se hayan desahogado". Sin embargo, otros ratones se arremolinaron: - Señores, gritaron, eso va en contra de la política de reconciliación.
- ¿Con un tirano muerto ? Ni en ultratumba. Opinó categórico un detractor .
- Reconciliación con los partidarios del gobierno tirano, anterior: un buen tercio de la población de Hiperbórea. Pues, señores, -y esa rata oradora disfrutaba evidentemente con su facundia -la transición de gobierno tirano al no-tirano se dio en la continuidad, sin brincos, en conclusión: se trata del mismo régimen.
Allí prorrumpió un ratón que nunca hablaba, un burocrata obscuro: -Numerosos funcionarios del anterior gobierno sin responsabilidad en los excesos del tirano, se hallan aun en servicio–y pensaba en él. Sólo que la intervención de ese modesto orador incomodó al auditorio, la democracia también tiene sus jerarquías, y le chiflaron. El ratón susodicho no era valiente ni siquiera de ideas, la tribuna, sin embargo debía de tener algo y continuó electrizado: -¿Quieren iniciar una caza de brujas y juzgar a todos los empleados de la época, grandes y chicos? ¿Y después de los empleados a los simples simpatizantes? ¿Y tras ellos a los indiferentes?¿Dónde y quién pondrá el limite? ¿Quién tiene esa autoridad? Sería -aqui ligero temblor en su voz de histérico- una nueva tiranía.
El silbido fue general y el mundo roedor que no se anda con rodeos lo arrancó literalmente del podio para regresarlo a la oficina:
- La captura de esos textos –un mamotreto- para mañana.

jueves, diciembre 14, 2006

Represión pública en Caxilo I/V

¿Existe la represión pública en Caxilo? Sí, claro y a lo largo de toda la vida.
En la escuela, por ejemplo, se reprimen parejo: faltas de ortografía o narices sin sonar, números chuecos o letras ilegibles; y entre alumnos algunas actividades sin calificación de desgreñe y puntapiés, actividades extracurriculares a ejercer -por prudencia mínima- fuera de los recintos escolares.
Y más tarde, los pequeños robos y la serie de crueles abusos inocentes -las novatadas-, además de algunos resultados aritméticos que sencillamente no cuadran, como también la aplicación de la fantasía cruda en la resolución de problemas químicos o físicos -disciplinas éstas: áridas, ingratas y carentes de cualquier imaginación.
Para terminar con el mercado de trabajo, en donde se reprimen: la impuntualidad constitudinaria o extrema y, sobre todo o idealmente, la no concordancia manifiesta de los propios títulos y credenciales profesionales con el trabajo realizado: censurandose al que es pintor y no pinta, o al malhadado arquitecto que diseñó una casa y se le cayo -por falta de cimientos o deficiencia y mala fe evidente de los materiales.

martes, diciembre 12, 2006

Disclaimer nostálgico

Ayer preparando el material para estas crónicas, me entró un miedillo, una reminiscencia de los peligros que el escritor de hechos políticos incurría antes. Un temor irracional que duró un minuto, el tiempo de considerar con calma las cosas y pensar:
En Caxilo, en el año actual, laico y es todo, 2047 de nuestra era, el índice de lectura de textos sin animacion o dibujitos es de: 0.00001%.
Luego a manera de homenaje a una tradición antigua del siglo pasado y ya en desuso -desaparecida junto con los lectores susceptibles o no de esas épocas-, escribí lo que sigue:

Disclaimer nostálgico
Cualquier similitud y parecido con acontecimientos o personas reales es una pura coincidencia, el tipo de malas bromas a la que es adicta la verosimilitud quién pudiendo honestamente anidar en los relatos desnudos y fríos de los meros hechos, prefiere hacerlo, y con demasiada frecuencia, en las narraciones con menores o mayores partes de mentira, volviendo verosímiles las ficciones, lo cual es, se admite, el colmo de los chascos.

martes, diciembre 05, 2006

Opéra patriotique en quatre actes

Desde hace medio siglo en Caxilo, las celebraciones patrias han tomado un giro extraño. Agrupadoras del conjunto de la sociedad y del país, establecidas en sus orígenes con la función declarada de afirmar la unidad, se festejan hoy de la manera siguiente, única, caxilense, -en esto sí: sin copiar; aunque por falta de los necesarios teóricos y apologistas no se le ha dado el lugar que merece ni incluido en los manuales de práctica política:

Premier. El participante y la fecha
Los participantes al festejo deben haberse afiliado con anterioridad a un partido político -al respecto los guías de turistas son explícitos: asistir sin prejuicios, de observador externo o asumiendo alguna posición que se pueda interpretar de neutralidad sería un gesto de temeridad gratuita e imprudente. Los partidos políticos, por los demás, cuentan con toda la superestructura de encuadre para sus partidarios, conocen las prioridades y el miembro novicio no requiere saber nada, le bastara con seguir instrucciones. En realidad, y en el caso de las conmemoraciones nacionales, el afiliado ni siquiera necesita acordarse del evento que se festeja ni de los motivos de sus actores, muertos -allá ellos- por ciertas ideas, ni hace cuántos o tantos años ni del lugar en qué acaecieron, ciudad o paraje. No, ya se irá entendiendo, toda esta información es superflua y, de hecho, para la celebración, indeseable: Para celebrar sólo se requiere recordar cada año una serie de fechas y estar atento al llamado de su partido.

Deuxième. El lugar
En mi país, los días de festejos nacionales se desarrollan de preferencia en dos o tres espacios públicos que son como el ágora y foro de los antiguos, si bien, hay quién asegura se parecen más a los modernos mercados -sección verduras- o lavaderos con sus, siempre presentes, fregonas y pelados.

Troisième. La conmemoración caxilense
Para que se pueda decir que la celebración es un éxito necesitan concurrir por lo menos dos partidos políticos con sus partisanos. Avisados una semana antes, pero en ocasiones, la noche anterior, los obedientes afiliados se reúnen horas antes en un lugar cercano al foro o mercado, diré a la Plaza pública. Allí se enteran del contenido textual de los gritos a pegar:
A capella y en cadencia:
De-mo-cra-cia, ¡yo sí!---¡tú no!
Un slogan entre muchos.
Luego se encaminaran, hombro contra hombro, con la visión al frente de espaldas y cabezas, en un paroxismo de fraternidad hacia la Plaza, allí donde a la sombra de la bandera, dará propiamente inicio el festejo.

Quatrième et dernier. El discurso conmemorativo
A los discursos, a las palabras y al léxico los han acusado de elitismo; y los dirigentes de nuestros partidos políticos convencidos de la exclusión que el dialogo significa para muchos -v.g. los que no encuentran las palabras, los que confunden una con otra o se ponen nerviosos- han decido recurrir a un lenguaje llano de acceso universal sustituyendo el viejo juego de palabras por el de manos.

Ouverture sur thème patriotique

Cualquier agrupación política requiere de fiestas conmemorativas y de símbolos gráficos que lo singularizan frente a los otros. Y es la misma agrupación quién decide qué eventos considerar fundadores -dignos de festejo y celebración- y cuales no. Amen de algunos francamente vergonzosos, del tipo que se relega a los trasfondos, que más hubiera valido no sucedieran y que puesto se dieron, lo mas prudente es ignorar, expurgar con cuidado de discursos y enseñanza proselitistas. El calendario de las fiestas patrias, por ejemplo, es para un país -un tipo particular de agrupacion-, su tarjeta de presentacion, el currículum vitae favorecedor y arbitrario, una imagen de sí bajo las mejores luces, y sin embargo una seña también de normalidad; pues, exceptuando a los inevitables provocadores y masoquistas, son pocos los que se presentan con el rollo -breve o largo- de sus vicios y defectos en la mano.

viernes, diciembre 01, 2006

Inopportun en hors d’œuvre

Un cuento triste como el ojo vidrioso de un muerto quería alojarse aquí. Y lo mandé, se entenderá, a paseo, a buscar otro emplazamiento y dirección. Pero, cuán difícil de convencer y el trabajo que me costó deshacerme de él. Al final, le abrí la puerta y asiéndolo por sus letras, puntos, comas, asteriscos y cualquier fraseológica parte por donde se le pudiera agarrar, lo eché:
- Amigo, el mundo virtual es muy ancho, anda ve.
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