miércoles, noviembre 29, 2006

El albur de la datación

Para darse una idea de la complejidad de los acontecimientos recientes en Caxilo, hay que saber que ni los diversos grupos directamente involucrados ni sus comentaristas y observadores han logrado ponerse de acuerdo en algo tan de facto como podría creerse es una fecha con su día, mes y año de calendario. Se sabe grosso modo que en la ciudad de Tataca, al suroeste de la capital teredal de Arrica, se produjeron disturbios hace tres meses que tuvieron su inicio:
Hace tres meses
Hace un año
Hace 5
Hace 122.37
Hace 283
Hace 560
Al inicio de nuestra era (tesis cristianofoba hoy anti-occidentalista)
Con el primer rasgo definitorio y definitivo del homo en sapiens (posición de misántropos y otros desilusionados del género humano)
Cuando un reptil salió de las ciénegas (desilusionados, éstos, pero del reino animal vertebrado)
Con la aparición de una amiba (partisanos de lo infinitamente pequeño y su importancia)
Al impacto de un meteoro (teorías extra-terrestres sobre el origen de la vida que agrupa por igual a marcianofilos y cienciaficcionarios genéricos)
O bien (y es el caso de dos escuelas recientes, los nostálgicos de otra dimensión y los far fetching reasons adepts, quiénes sitúan el inicio de los disturbios en Tataca, ciudad provincial de Caxilo), mucho antes de la caida del meteoro sobre el planeta, antes que apareciera vida y hombre, o tuvieran lugar uno u otro evento de aparente trascendencia para la constitución del país y su sociedad (y en contradiccion con las denominaciones pomposas de independencia, conquista o revolución). No, dicen ellos, éstas no son sino marcas que engañan al profano; los problemas y conflictos comenzaron constelaciones de años luz atrás, y el método de rastreo es en extremo sencillo: basta seguir remontándose. En realidad, el último conflicto empezó con el primero que los engloba a todos a manera de anticipación. Y concluyen: los disturbios de este verano en Tataca no pudieron haberse iniciado sino de forma aparatosa como, por ejemplo, con una explosión. Ahora ¿con cuál? Y con cuál otra, continúan, sino con la explosión por antonomasia, vaya, con el Big Bang.

martes, noviembre 28, 2006

Bibliofagos en nuestra era

De política nunca me ocupe hasta los disturbios de este último año. Año 2047 de nuestra era, ya no después de Cristo, sino tal cual: laico y sin explicaciones. Porque si bien hará algo más de veinte siglos que nació efectivamente alguien, cuántos innumerables cuantos no han aterrizado en este mundo con posterioridad para poblarlo y sobre-poblarlo, cambiar el clima, agotar sus recursos y convertir la transparencia del aire en un grisáceo vaho sucio que se pega a la piel y le presta un gusto de contaminación añeja con la cual condimentar mil besos. Quién en verdad se acuerda aun de Cristo, nombre políticamente incorrecto, referencia clara al conjunto de valores que -gracias al cielo vacío y su ausencia de dioses- han quedado por fin atrás. Quién sino un tipo específico de ratas de biblioteca del que hablaré a continuación.

Los roedores bibliófagos, especie que se puede decir en extinción, cuenta con dos subgrupos. El más común, de hábitos gregarios, es fácilmente localizable encontrándose alrededor de las fábricas de publicación de que se alimentan, siendo sus miembros probables profesionales de la pluma, son por lo general inofensivos al estar en mayor o menor medida integrados al sistema. Otro caso muy diferente es el de los individuos aislados, el segundo subgrupo -aunque hay quién opina se trata de una especie aparte-, con tendencias al anacronismo e independencia enfermizos, viven no se sabe con precisión dónde, pero se sospecha en bibliotecas privadas entre muros decrépitos o en los sótanos con moho de algunas casas antiguas del continente Arrico. Y constituirían una peste con su memoria a destiempo y referencias intertextuales que no les interesan a nadie; una peste sino fuera por su población escasa y se espera muy pronto, extinta. Ellos, claro, todavía se acuerdan de una multitud de cosas inutiles como seria ese nombre alternativo de nuestra era.

lunes, noviembre 20, 2006

Artesanos de la imitacion

Imitar es el deseo de estar a la moda que pasa por la adopción sin ajustes de modelos exteriores; la voluntad to be in, que sin mayores consecuencias en las áreas del calzado, autos y vestido -salvo la sangría continua de divisas-, puede ser riesgosa cuando se trata de importar ya no sólo ropa sino slogans, demandas, instituciones y leyes. Por que, en fin, los caxilenses han encontrado la manera de no ser ni amateurs ni profesionales del “copiar”, consituyéndose en unos artistas de la imitación, unos verdaderos artesanos de esa actividad. (Actividad injustamente pasada por alto, ignorada a la par por especialistas y profanos más atraídos por el análisis de mercancías raras como la originalidad; y que merecería más atención en estos tiempos de democracia y de rendir pleitesía a los usos, costumbres, preferencias, gustos, humores y malhumores de la mayoría.) La imitación es un deporte de tendencia global que, sin embargo, ha alcanzado en Caxilo niveles insospechados: allí todos imitan, bases, cúpula y medianía; todos se dan uniformemente a esa tarea cada cual según su oficio. Los representantes de la nacion, por ejemplo, populares o no, legitimos o no, copian: frases, modelos de vestir y de constitución estatal, recetas de desarrollo, de guerilla y resolución de conflictos; sin preocuparse de la posibilidad de que quiza fueran diseñados para otros ciudadanos y países, y de que pueda existir alguna disparidad entre la situación y necesidades de aquellos y la de los arricanos, vaya, sin preocuparse de la no concordancia entre el tamaño de lo que se toma prestado y quién lo viste.

sábado, noviembre 18, 2006

Caxilo

Mi país rodeado por dos mares sería una isla sino fuera la parte media de un continente, el Arrico; hablaría narral o mareno, pero habla sobre todo español y pudiera ser una monarquía o algún otro sistema político original salvo que no lo es, es una república: la República Teredal de Arrica, Caxilo. Sus cien millones de habitantes se encuentran desigualmente distribuidos en una treintena de Teredos -de superficies y recursos también muy desiguales- y cuentan con varias características que consideradas una por una comparten con otros, pero que tomadas en su conjunto constituyen “la forma de ser del arrico”. En lo que mira a sus hábitos políticos destacan dos: una falta casi completa de imaginación teórica y, por consiguiente, el gusto compensatorio y previsible por la imitación.

miércoles, noviembre 15, 2006

Enfermedad politica

De política nunca me ocupe, y en esto me parecía actuar con una perfecta reciprocidad en relación a la mayoría de los hombres y mujeres políticos, quiénes -según queda patente- una vez obtenidos los cargos gracias al apoyo de sus electores, no tienen otra preocupación que olvidar por completo al mismo electorado y las promesas hechas. Al respecto, si existe una ventaja en la impugnación de los resultados de las elecciones, será esta: prolongar la necesidad que el candidato, electo o no, tiene del apoyo de sus votantes. Ventaja muy relativa. Por que, en verdad, el ciudadano elector en Arrica está más que acostumbrado a que se le pase por alto: asi ha vivido sin que esa inexistencia política lo alterara en su integridad psíquica hinchiéndolo como pavo de orgullo cuando ganaba su partido o desinflándolo al contrario hasta la forma de una larva, cuando perdía. En cambio, esa súbita necesidad que se tiene de él, ese llamado constante de su presencia y opinión, ese peso de pronto adquirido es un tipo de poder que sí lo desequilibra. Ya que nada hay más difícil –y se puede preguntar a los grandes, medianos y casi medianos de la tierra-, nada hay más difícil de manejar para quien lo tiene en las manos que un nuevo poder. De manera que los ciudadanos en Arrica se comportan desde hace poco más de un sexenio como auténticos tiranos, ya de izquierda ya de derecha, en eso van parejo. Y esto se puede percibir en el abuso de un set de palabras. De hecho, la palabra clave en le Republica Teredal de Caxilo ha pasado a ser: Yo o Nosotros queremos.

martes, noviembre 14, 2006

A blog with one sort of bug

La lucidez en lo que leo y escribo para lo que toca a este blog. La lucidez también en la relaciones humanas, claro, solo que este ámbito de mi percepción, curiosas personas, lo declaro hasta nuevo aviso fuera de su interés y diré se ocupen -de aquí a ese hipotético entonces en que decida volverlo público- de lo suyo. Novio, no novio, decepciones, celos, envidias gratuitas o no; caterva sentimentalo-emocional que dejaré en reserva para la época de las vacas flacas y sin ideas, o bien, para cuando de plano me sienta tan dada al traste que considere un consuelo el leerlos a ustedes -que no me conocen- aprobar en sus comentarios la muy parcial versión de mi vida sentimental, y condenar –se sobre entiende- a los otros.
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