martes, noviembre 25, 2008

Anti grito a la Munch/3

Entonces hizo irrupción una señora en el café. Había venido a chocar contra la puerta cerrada de vidrio, pero ayudada por la desesperación y su masa, forzó el seguro, y ahora en un escándalo de sillas que parecía no ver y había tirado, estaba en medio del local con sus cabellos deshilachados que recordaban un nido, y las medias rotas sobre sus tacones altos. Se fue directo hasta la mesa del anciano, y allí de pie y tambaleante, miraba bajo el nido teñido de sus pelos. La puerta vomitó también un perro, acaso podenco de la calle, y el tufo ambiente de la corrupción insoportable.


El viejo, que por estar desdentado no por eso estaba sordo, al tanto de las instrucciones recién escupidas por el televisor, prosiguió a ponerlas en práctica, no obstante su pulso añoso y los chillidos agudos de rata madura que emitía la señora, mientras el anciano la rociaba con el contenido de un buen medio frasco de vinagre. Yo cerré la puerta y dudé entre echar al otro intruso, al perro, o auxiliarlo. Mas consciente de que si intentaba echarlo me podría morder y de que, por el otro lado, en su calidad de podenco ayudaría a cazar ratones, lo salpiqué discretamente de vinagre.

La señora a cada gota, emitía un chillido agudo de rata madura y el viejo la rociaba con más ganas. Aunque quizás no era ella, sino un roedor de ese tipo que en efecto pegó un brinco desde su cabeza, y desgreñándola saltó a la mesa para irse corriendo hacia las cocinas con un mechón teñido de peluca blonda entre las orejas. Mientras yo recogía mi corazon de los pies y el anciano se azotaba en su silla, el perro inutil, callejero y hasta su canino copete de ratas, prefería sentarse para asegurar con sus ojos mansos:

Nací perro, jamas prometí nada, déjenme respirar.

lunes, noviembre 10, 2008

Disquisiciones sobre un corto

Con:

Aequis de guionista

Nacho de guionista

Y Bibi directora

Escena 1

En la habitación de Aequis -que no es el baño ni la cocina-, se discute sobre la atmósfera de una película en proyecto -la historia de una chica a la que salva de varios fracasos sentimentales, aparentemente, su prisa por llegar al siguiente.

La atmósfera en debate es la del plantón que le da una cita, en plena película, a la chica protagonista. ¿Debe acaso ser una tarde lluviosa según pugna la propietaria de la casa, retratando de esta manera lo deprimente del suceso? O ¿un día como cualquiera según propone Nacho, pues acaece con frecuencia? Y ¿qué hay alrededor?

Aequis:

- Llueve y una rata pasa corriendo a lo largo del edificio en el exterior. Necesitamos una rata.

Bibi:

- ¡Estás loca! Quién va a atrapar al bicho.


Nacho:

- Yo no, es contra mis principios…higiénicos, digo.

Aequis insiste, ese animal u otro:

- También puede ser un ratón y estar disecado. Lo atamos, para jalarlo luego por la cola.

Bibi:

- Y se verá así: ‘Después de una pausa, la protagonista bajo la lluvia mira hacia la cámara, mientras al fondo se arrastra un roedor indefinido en reversa.’

Nacho:

- Yo opino como Hitchcock: ni animales ni niños en las películas, son actores impredecibles.

Aequis:

- Qué les parece: ‘Tras mucho esperar, la protagonista camina sola por la calle, pues no halla ni una rata a su paso, hasta que se topa con una paloma arrollada’.

Bibi:

- ¡Uh! ¡Qué triste! Te das cuenta de lo que se comunicaría. La protagonista lo siente como una muerte…, no es para tanto. Y quizás recordando: ¿A quién no han plantado y recientemente?

Nacho:

- Sangriento.

Aequis se reconcentra y ve como si la tuviera enfrente a la paloma aplastada:

- No quedan más que las plumas limpias en círculo, la rueda se lleva el resto, y la víctima seguro no se dio cuenta. ¿Dónde ven lo triste?

Escena 2

En el comedor-sala-cocina-recamara-hall-biblioteca de Nacho, o sea estudio. Los mismos personajes han terminado el guion y discuten sobre la interpretación. La rata y paloma quedaron descartadas, bajo la lluvia del episodio anterior, habrá quizás un perro o gato muy vivo y coleando, lo decidirá producción. En ese momento, Nacho está por responder a una pregunta.

Bibi:

- ¿Qué pretendemos transmitir? La película, a final de cuentas, narra una situación, la de tres citas que resultan en un fiasco amoroso -situación que no es la nuestra por mucho que a veces se le parezca-, pero narrada sin sentimentalismo.

Aequis:

- Sí, por favor.

Nacho buscando con pinzas sus palabras:

- Lo importante en la actitud de la protagonista, es su esperanza viva a pesar de los fracasos.

Aquí la palabra ‘esperanza’ espacio ‘viva’, le suena desde su pronunciación a trillada, a horriblemente sentimentalista; por eso agrega:

- Esperanza visible en la alegría con la cual la protagonista se prepara para cada nuevo encuentro.

Y no tiene suerte porque ‘alegría’ y ‘esperanza’ -viva o muerta-, son vocablos como mandados a sacar del léxico cliché de cualquier novela rosa. Por fortuna, hay más problemas por resolver, el de los actores, por ejemplo. Ellos mismos, en principio. El hilo de la discusión vira entonces hacia ese punto.

Bibi:

- Yo no me pongo ‘en bolas’.

Expresión uruguaya o argentina para ‘en cueros’, en relación a un desnudo femenino que debe filmarse a media cinta.

Nacho:

- Yo podría hacerlo.

Pero un desnudo masculino, eso sí, no aparece en ninguna parte de la película.

Aequis:

- Conozco una modelo…Lo peor es no intentar.

Bibi:

- ¿Desnudarse? … con la pena, ya intenté…

Es verdad, ambos vieron el corto.

Aequis:

- Bien... bueno… pero, yo me refería a la interpretación del personaje. En la actitud de la protagonista, la esperanza apenas tiene cabida. La chica va a las citas porque lo peor es no intentar.

Y orgullosa de haber evacuado ‘esperanza’ de las citas amorosas -desechando así en bloque sentimiento y sentimentalismo para aterrizar de lleno en una filosofía de la acción eficiente-, Aequis sonríe antes de echar todo a perder.

Aequis con una voz donde explota el sentimiento:

- …además el dolor es un objeto muy obsceno que siempre es mejor callar y... y no habló de mí.

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