martes, agosto 31, 2010

FRAGmentO POEmArio y maScaRA Personae




FRAGmentO POEmA y máScaRA

y maScaRA de personne

nadie

sábado, agosto 14, 2010

El espíritu de la droga I. Debate sobre la legalización


al espíritu de la droga

me lo encontré que salía por el cuello de la camisa.

Se le tenía en la incertidumbre y, en verdad, que si no fuera droga para fumarse no sé en que extremos habría caído.

Y así como lo veía andaba acatarrado y so pretexto de limpiarse los mocos esnifaba coca


A mí como soy poeta, me guiñaba el ojo, pero las encuestas son terminantes al respecto: quien no probó las drogas ilícitas durante su adolescencia luego no se atreve. [argumento generacional] Y yo con todo mi aprecio por Baudelaire tampoco me atrevía [argumento del consumo social] [argumento de la moda]


Entonces por qué me vino a buscar a mí precisamente que a veces peco de abstemia, a dieta ocasional de la droga alcohólica; porque en cuanto a la pestilente droga del tabaco, no es mi culpa si soy alérgica. [argumento de la arbitrariedad de la prohibición] La cosa es que precisamente a mí me vino a buscar


Me dijo que nació con la humanidad, y con exactitud con la porción de cerebro que permite desprenderse del aquí y ahora, a saber con la imaginación [argumento tradicionalista]


Aquí me volvió a guiñar el ojo el mañoso, pero los gustos son gustos y su continente flaco no es en definitiva mi tipo


Trae también una barba poblada resabio, me imagino, de la época hippie, de aquella de la que los sesentones no se quieren acordar, demostración patente de la desafección por la marihuana a partir de los cincuenta y que ilustran con punto y coma los estudios cuando dicen: los hasta aquí marihuanos pasan generalmente al alcanzar el medio siglo a la droga con bendición del alcohol, mientras las mujeres en un ligero ataque de histeria prefieren los medicamentos.


Los muy jóvenes en cambio son más osados y

Se reúnen a experimentar: en pleno ejercicio del espíritu festivo

[argumento generacional] [argumento de la moda]


A esa altura de la charla tuvimos que callarnos, porque a poca distancia cayó un bulto. Estábamos en la parte obscura de una plaza con localización en cualquier capital. Los traficantes al menudeo se encuentran aquí, todo el mundo lo sabe. [argumento del consumo extendido] [argumento de la tolerancia de facto] Y si no, basta con pasearse un poco a partir de las 9 de la noche para adivinarlo. Pero lo que cayó a unos pasos no fue un traficante, sino un sujeto con toda la facha de anglosajón en vacaciones, o sea con unos pantalones bermudas y chanclas y la sonrisa beata de “me voy a divertir”. Y para mí que lo estaba logrando, traía la cabeza abierta con hilillos de sangre, el descalabrado


- ¿Dónde están las chicas?

Fueron sus primeras palabras y olía a cerveza y sexo

Las segundas:

- Pensé que era una piscina... swimming... you know

Señalando con gesto de borracho una apenas pila de agua, bebedero de pajaritos.

Entonces me enojé:

- ¡Cómo estúpido, no ves que casi nos matas! [argumento de la peligrosidad de algunos consumidores]

- Y ¡yo pues!, replicó y enseguida: ¡Ay, mira una chica!

- ¡Fuera las patas!, gruñí

Aquí el espíritu de la droga felizmente se interpuso: - ¡Hola tú!, dijo

Y el otro tomado del pelo:- ¡Ah! ¡Ah! ¡la buena mezcla que me tomé!, y se echó a reír


Page copy protected against web site content infringement by Copyscape