Junio y otra vez de compras
Es un ritual pesado con una indispensabilidad bastante menos evidente que la visita al médico; y sobra decir que a los consultorios de galenos, templos de saludes por paliar, sólo voy cuando muy obligada. Cuestión de aptitud y de fondos.
Y no porque sea pobre, pero hay tantos gastos por cubrir que sin quedarse en la calle se ronda de continuo en los límites de la pobreza relativa, de la elección a fuerzas entre dos opciones que se excluyen, vaya chapoteando de lleno en los principios mismos de la economía mezquina, de: ¿una ida al restaurante o a clase de danza?
A veces se confeccionan arreglos: se va al restaurante y también a la clase, pero en la mesa sólo se consume agua, en cambio jarras de ésta qué sudar enseguida en el estudio. Como se ve, existen razones de optimismo: bailar e ir al restaurante es posible aun a los presupuestos restringidos.
Y no porque sea pobre, pero hay tantos gastos por cubrir que sin quedarse en la calle se ronda de continuo en los límites de la pobreza relativa, de la elección a fuerzas entre dos opciones que se excluyen, vaya chapoteando de lleno en los principios mismos de la economía mezquina, de: ¿una ida al restaurante o a clase de danza?
A veces se confeccionan arreglos: se va al restaurante y también a la clase, pero en la mesa sólo se consume agua, en cambio jarras de ésta qué sudar enseguida en el estudio. Como se ve, existen razones de optimismo: bailar e ir al restaurante es posible aun a los presupuestos restringidos.
Ir de compras en tiempos de liquidacion obedece por su parte a una idea diferente: la de “ganga” y la oportunidad de adquirir un artículo que de todas formas se iba comprar pero a un precio menor, rebajado según jura la etiqueta.
Con el riesgo, claro, de caer en la compra compulsiva. Esos arrebatos adquisitivos que llevan a la clientela a cargarse de cosas, como si recién bajara de la Luna y fuera la primerísima ocasión que las ve porque su precio a menos 10%, 15% o 30% les presta, en definitiva, un aspecto nuevo. Una manía a la que tengo horror, acaso por haber ya dado con anterioridad en su trampa.
Armé pues la lista de los artículos a adquirir, de los estrictamente necesarios se entiende, segun manda una de las medidas profilacticas de base para conservarle su salud a cualquier cartera, y que resultó en:
10 pares de calcetines
2 blusas si precio =< (igual o menor a)…
1 par de zapatos de preferencia rojos pero a menos de…
ropa interior, marca tal, a comprar el número que alcance con…
1 pantalón de precio no mayor…
A medio camino entre el condicional, lo lógico y la lista normal de mandado.
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