domingo, mayo 20, 2007

Historial

Lamento ser reiterativa, pero el cuerpo lo es.
75% de humedad esta madrugada, y se pronostica 100 para mañana en la tarde poco antes de la lluvia, con vientos del noreste.

El cuerpo es la mejor de las costumbres: respira, se hambrea, atasca, cansa, duerme, despierta; y de paso, mueve y envejece con mucha propiedad.
Salvo en casos de herrumbre, las placas de oxido que se pegan en las tuberías de los bronquios por culpa de las llamadas alergias, esa hipersensibilidad heredada de algún abuelo. Por cierto que mi abuela decía que no me faltaba ninguna. Por fortuna se equivocó, mas cualquiera entenderá que fue el orgullo familiar quien la llevó a exagerar de esa manera. Digamos que mi parentela podía, para efectos clínicos, ser visualizada como una genealogía de consumidores regulares de antihistamínicos en sus diversas historicas modalidades. Y según recuerdo, en los días de fiesta entre brindis y postre, los niños íbamos a buscar las cajas vistosas de las pastillas para nuestras particulares alergias, bajo la mirada siempre aprobadora de los mayores.

Cuatro de la mañana y otra vez el cuerpo, la mejor de las costumbres, respirando sin branquias, torpe, el aire acuoso de un tiempo a la renacuajo.
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