domingo, febrero 18, 2007

Agua al día

Como no cocino y mi ropa se lava fuera, calculé mi consumo de agua al día, es de:
2.5 litros de beber y 30 para el baño.
Luego intenté imaginarme a los no sé cuántos millones de limpios con regadera en sus casas que dejan abierto el grifo y correr el agua por largos minutos hasta que se entibie y su pellejo sensible aguante la temperatura.
Creo voy a optar por la suciedad.
Ayer precisamente probé no bañarme. Pero tenía una fiesta, y en definitiva, el día estaba mal escogido; pues los propósitos pueden ser ecológicos y todo los filo- y amantes de la humanidad, tierra o fauna que gusten; mas lo cierto es que no se puede ir con un amigo oliendo a peste o a “hice ejercicio”. Debía de haber alguna otra forma de andar pulcra y ahorrar unos 20 litros del regaderazo rutinario de 30.
Y con esa preocupación en la cabeza, me aburrí hoy domingo y ya en el colmo de la ociosidad me puse a ojear entre las reproducciones de un libro para elegir una, y pasadas las doce empezar a trabajar, copiándola.

Una mujer se inclinaba, el cuerpo luminoso sobre el fondo obscuro, la piel mojada con el agua de una palangana que lucía no muy lejos. Acababa de tomar un baño de persona modesta, sin tina y que pagó para que le subieran las cubetas, el número de pisos en donde estaba su departamento, en los edificios sin agua potable de entonces y con un sanitario común abajo en el patio. Se calentaba una porción sobre la estufa que puesta en ebullición era suficiente para tibiarle el total del agua. Estaba de pie sobre una especie de tinaja ancha que recogía el agua sucia con el lavado de su cuerpo, y que era muy frecuente se reutilizara luego para fregar el piso. Parada y el rostro oculto se exprimía los cabellos, la humedad eran destellos en pinceladas del autor impresionista.
Y yo que buscaba entonces sólo una pintura, hallé las dos cosas:
La obra qué copiar y el baño económico con un máximo de 15 litros.

De manera que mañana compro tres cubetas y una palangana plástica. Ateniéndome a un límite estricto en el H2Oconsumo. Con la primera recojo el agua en lo que calienta, mientras las otras dos sirven propiamente para el baño. Y el agua fría de aquella, la uso para lavarme manos, dientes y cara, un gasto extra que se me pasó por alto. Al igual que el del wc, pero allí no veo más remedio que comer menos.
Page copy protected against web site content infringement by Copyscape