Carta de una madre a su hija
Aunque siempre has sido necia, reexamina un poco lo que escribes. Y si planeas decir que tus dientes son horribles, con caries e infectados, y rematar (¡el colmo!) con el dato mentiroso de que nadie te querría besar:
Utiliza, hazme el favor, la tercera persona, no el yo.
Un él o ella indefinidos (e hijos de vecina cualquiera) pueden tener las muelas tan picadas como se les antoje y parecerse al monstruo con veneno, tu Catoblepas de la entrada anterior; pero en cuanto a ti:
Ve al dentista.
Tu madre que te adora
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