miércoles, enero 30, 2008

Carta de una madre a su hija

Aequis,

Aunque siempre has sido necia, reexamina un poco lo que escribes. Y si planeas decir que tus dientes son horribles, con caries e infectados, y rematar (¡el colmo!) con el dato mentiroso de que nadie te querría besar:

Utiliza, hazme el favor, la tercera persona, no el yo.

Un él o ella indefinidos (e hijos de vecina cualquiera) pueden tener las muelas tan picadas como se les antoje y parecerse al monstruo con veneno, tu Catoblepas de la entrada anterior; pero en cuanto a ti:

Ve al dentista.

Tu madre que te adora

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