Vicisitudes
Alguien se imagina lo que es una bloguista sin internet. Pues bien es un pobre ente que en busca de conexión, se pasea con su computadora a cuestas por un sinnúmero de “restaurantes” del tipo get fat fast food. Y que tras su peregrinación por esos actuales sitios efectivos de engorde y traer la ropa ya hecha una peste del puro olor a aceite rancio que los caracteriza -como a otros espacios los aromas a nuevo, laca o madera-, descubre el problema estaba en otra parte -en las entrañas mismas de su ordenador-, y que su ronda por esos lugares junto con la cantidad de cafeína ingerida en las bebidas negras de café o cola, fueron visiblemente en vano. Y vuelve a su casa plegada, con su computadora aun sobre el lomo, a paso de tortuga, a ver quién se la arregla.
Alguien se imagina lo que es una lectora asidua y miope que perdió sus lentes. (Unos anteojos no muy vetustos, aunque se haya podido creer lo contrario por culpa de un tornillo y porque anduvieron mancos, aquellos últimos días de nuestra convivencia mutua.) Pues bien, es alguien que guiñe a despropósito y no saluda a casi nadie, vaya, una asocial en potencia y coqueta a pesar suyo.
Y todo eso fue Aequis.
Alguien se imagina lo que es una lectora asidua y miope que perdió sus lentes. (Unos anteojos no muy vetustos, aunque se haya podido creer lo contrario por culpa de un tornillo y porque anduvieron mancos, aquellos últimos días de nuestra convivencia mutua.) Pues bien, es alguien que guiñe a despropósito y no saluda a casi nadie, vaya, una asocial en potencia y coqueta a pesar suyo.
Y todo eso fue Aequis.
2 Comments:
"Y eso fue Aequis" Como asi? Todavia no ha terminado de ser y ya fue? Anuncio de fin o falsa alarma?
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