lunes, enero 01, 2007

Indigestión de bibliofago

Un bibliofago en indigestion de lecturas sin asimilar me mandó el siguiente mensaje para el año nuevo:

…Te aseguró se trataba de un pueblo muy sabio, y aunque habitaban al fin del mundo -extremo oriente- se consideraban como la cuna y ombligo de la verdadera humanidad, y ese ser el centro lo traían tan en la sangre que mientras las demás razas mal pronuncian la apelación de sus progenitores: unos gangosos “mama” y “papa”; ellos, en cambio, antes del año articulaban clarisisimo: “yo”; vocablo inicial al que iban agregando los diferentes verbos en una conjugación limitada a la primera persona, singular y después plural. Lo cierto, es que esta creencia tuvo ocasionalmente sus desencuentros con la realidad, y que conforme pasó el tiempo éstos se volvieron más frecuentes: por lo visto había gente más allá de sus fronteras y esos marginados además de existir eran cada vez más poderosos. Y llegó el momento en que la situación, psicológicamente hablando, se volvió intolerable: ¿Acaso la periferia dominaría por su existencia la ancestral creencia en el Pueblo centro del mundo? Los dirigentes indignados decidieron someter a esa realidad y aunque no desaparecer a las periféricas poblaciones -los medios les faltaban- sí aplastarlas de una u otra forma. Por lo pronto y de manera instintiva, sus habitantes se dieron a la tarea de reproducirse, la tendencia era ya notoria cuando algunos intelectuales apuntaron hacia la solución: aplastarían al orbe con su importancia, sencilla y concreta, la numérica. Constituyeron, en efecto, durante un largo período la mitad de los hombres.
Como ves, es un pueblo cuya civilización valdría la pena recuperar y no lo mencionaría sino fuera que leyendo las "Novedades de Calixo", perdón Caxilo, percibí que los arricanos ya han adoptado varias características de mi pueblo ombligista: Utilizan, por ejemplo, yo opino o creo como equivalente a una argumentación completa, y a sus ojos el decir a mí me pasó tal cosa o vi sucedió eso sustituye cualquier indagación suplementaria: la experiencia personal de un individuo adquiriendo un valor de aplicación universal; obvio, puesto que no se trata de la de cualquiera sino de la suya. Me parece que ya que van en tan buen camino debieras de informarlos de la parte que la superstición tuvo en el pueblo que estudio: por alguna extraña razón sentían que a ese yo excluyente del resto se le escapaba algo, y antes que prestar un espacio mental a los extraños, marginados, etc. prefirieron explicarse las discrepancias entre el desarrollo de los sucesos y la explicación única de su solo punto de vista, por la presencia de fuerzas ocultas, sobre todo malignas. Lo que fuera con tal de no aceptar que el otro, su existencia, intéreses o visión pudieran tener alguna validez.
Pero regresando al año 2048 que empieza te mando deseos, unos que no puedan despertar la envidia de los espíritus esotéricos que se pasean por el éter, tal y como aprendí los estilaba el pueblo Centro del mundo, y me perdonaras no te envie ningún otro presente, pero mi fórmula congratulatoria es un tesoro, publicala que haga escuela:
Aequis,
Te deseo lo peor,
Brodie
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