lunes, abril 04, 2011

Al límite, variación a partir de la Mujer Negra de Senghor

mujer

vestida de elipsis

la vida crece siempre a la sombra

y en el corazón del verano y del sur

la descubres, desde lo alto de una entrepierna calcinada, tierra prometida

como zarpa de águila en pleno pecho

fulmina, vestida de cero

fruto de carnes firmes con éxtasis

sombríos de vino negro, su boca vuelve a

tu boca lírica

sabana de horizontes simples, sabana que vibra

bajo las caricias del

este tam tam tenso esculpido que ruge bajo

palpamientos

su voz grave es el himno de quien está siendo amada

delicias de los cuerpos, el oro relumbra

carcome la piel moaré

en su pelo prendes tú

angustia al contacto de los soles próximos

de esa mujer a quien

cantas

en su primor de formas fijas por ti en

orgasmo

orbitas


mujer eclipse al cabo

aceite al que no crespa ya soplo ninguno

aceite calmo en los flancos del atleta, en los

flancos de los príncipes

gacela con vínculos celestes, las horas qué

rayos

delicias de los juegos, el sudor relumbra

carcome la piel

tizne

antes del amanecer

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