Al límite, variación a partir de la Mujer Negra de Senghor
mujer
vestida de elipsis
la vida crece siempre a la sombra
y en el corazón del verano y del sur
la descubres, desde lo alto de una entrepierna calcinada, tierra prometida
como zarpa de águila en pleno pecho
fulmina, vestida de cero
fruto de carnes firmes con éxtasis
sombríos de vino negro, su boca vuelve a
tu boca lírica
sabana de horizontes simples, sabana que vibra
bajo las caricias del
este tam tam tenso esculpido que ruge bajo
palpamientos
su voz grave es el himno de quien está siendo amada
delicias de los cuerpos, el oro relumbra
carcome la piel moaré
en su pelo prendes tú
angustia al contacto de los soles próximos
de esa mujer a quien
cantas
en su primor de formas fijas por ti
orgasmo
orbitas
mujer eclipse al cabo
aceite al que no crespa ya soplo ninguno
aceite calmo en los flancos del atleta, en los
flancos de los príncipes
gacela con vínculos celestes, las horas qué
rayos
delicias de los juegos, el sudor relumbra
carcome la piel
tizne
antes del amanecer
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home